Desde que empezó la rivalidad a mediados de los años 70 del pasado siglo, siempre ha habido opiniones sobre si eran mejor para jugar las consolas o los ordenadores, a pesar de que mucha gente tiene de ambos y no pasa nada. El sistema de juego siempre fué diferente, en consola tenías un mando, jugabas cómodamente en el sofá delante de la tele y sólo tenías que encender y empezar a jugar, mientras que el ordenador daba otras ventajas como más potencia, el poder usar teclado y ratón o la mayor facilidad de pirateo, pero en estos últimos años parece que la diferencia ya no es tanta y esto puede que acabe acercando el fin de la videoconsola.
Consoleros vs peceros
En este mundo a la gente le gusta mucho posicionarse, y si es posible llevarse mal con el que se posicione en otro bando. Uno de estos conflictos ha estado tradicionalmente entre los jugadores de consola y los de ordenador, aunque dentro de los de consola están los fanboys de cada marca, y en ordenador los de marcas de componentes, pero eso es otra historia.
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El bando de los consoleros
Las consolas llegaros a los hogares antes que los ordenadores personales, ya que éstos eran muy caros y tenían una utilidad muy limitada a ciertas profesiones cuando las consolas eran cacharros hechos únicamente con el fin de entretener, y en los 70 con Atari y ya en los 80 con Sega y Nintendo surgieron como setas por los hogares de todo el mundo. Las consolas no necesitaban un gran desembolso, se podían enchufar a la televisión del salón sin tener que comprar un caro monitor y nada más encenderla ya podías jugar, con unos tiempos de carga razonablemente rápidos, unos gráficos muy atractivos y gran variedad de juegos, sobre todo de plataformas, los reyes de la época.
La gran ventaja de las consolas siempre ha sido la tranquilidad a la hora de poner un juego, sabías que iba a funcionar perfecto, sin hacer ni instalaciones ni configuraciones, ya que estaba hecho para esa máquina específicamente y no iba a haber problemas de rendimiento ni de incompatibilidades, incluso en la era del cartucho éstos llevaban componentes de hardware para aumentar el rendimiento de la consola si el videojuego lo requería, pero tuvieron que pasar bastantes años hasta que se pudo hacer algo tan simple como poder guardar una partida. ¿Cuántas veces has tenido que empezar un juego desde el principio por un corte de luz o por haber muerto donde no debías?
Otra gran baza de las consolas siempre fueron sus juegos exclusivos. No se podía jugar a Super Mario sin una Nintendo, ni a Sonic sin una Sega y con el paso del tiempo eso mismo ha sucedido con God of War en PlayStation o Forza en Xbox, aunque muchas franquicias han acabado saliendo finalmente en versión para PC.
Años más tarde, con la llegada de los CD y los DVD y la muerte del cartucho llegó la posibilidad del pirateo, algo que hizo que aumentase la venta de consolas y bajase la de juegos, igualándose en este aspecto a los ordenadores. Así hasta la llegada de internet, en la que si el juego no es original eres baneado del servicio online dejando la consola únicamente para jugar en solitario (o con amigos en el sofá).
El modo multijugador también es un aspecto en el que la consola ganaba al ordenador, tenías de serie al menos dos mandos para jugar, ya sea compartiendo pantalla, a turnos o con pantalla partida espanzurrados tranquilamente en el sofá comiendo patatas y bebiendo Tang, mientras que en el ordenador tenías que compartir malamente un teclado y un monitor de 14″ apretujados en un escritorio chiquitajo en el que no cabía nada más, y con la llegada de las partidas online tenías la certeza de que nadie tenía ventaja por tener una máquina más rápida que tú, todos partían con el mismo equipo, eso sí, teniendo que pagar la suscripción para poder jugar.
El bando de los peceros
Los ordenadores personales aparecieron como herramientas de trabajo a un precio bastante elevado, por lo que prácticamente sólo empresas y organizaciones de cierto peso se lo permitían, de ahí que los primeros juegos de ordenador surgiesen en universidades. Con la llegada de los Spectrum, Commodore o Amstrad, que se podían enchufar directamente a un televisor sin tener que comprar monitor se empezaron a popularizar, pero había el problema de que no compartían sistemas operativos, por lo que cada uno tenía sus propios juegos, y estos solían ser muy lentos a la hora de cargar. Todos los que tenemos cierta edad recordamos sacar la cinta de cassette del Spectrum para rebobinar con un bolígrafo porque se había colgado al cargar. Algo que sí surgió enseguida fue el pirateo, ya que la posibilidad de hacer copias que tenían los ordenadores y no las consolas era innata, y volviendo a los cassettes, con tener una minicadena con doble pletina ya podías duplicar cualquier juego.
En el momento que MS-Dos se estableció como el sistema operativo imperante los juegos de PC había un tipo de juego que reinaba, las aventuras gráficas, que durante muchos años fue la gran diferencia entre jugar a ordenador o a consola. Empezaron como aventuras conversacionales inspiradas en los juegos de rol, y ya con la llegada de los gráficos de 16 colores, posteriormente 256, y sobre todo el ratón llegaron a su mayor esplendor a principios de los 90. Por supuesto se podía guardar la partida si tenías que irte a algún sitio e incluso podías modificar archivos y crear scripts para hacer trampas.
Otro estilo de juego en el que los ordenadores fueron pioneros y todavía tienen ventaja son los juegos en primera persona o FPS. Desde que apareció Wolfestein 3D el sistema de juego con teclado y ratón de estos juegos ha sido muy eficaz, con un nivel de precisión muy bueno y bastante ágil. Ningún periférico ni mando ha llegado a ponerse a su nivel a pesar de los intentos que ha habido. Tal es la ventaja que hoy en día las empresas se niegan a unir servidores de juegos de consola a jugadores de PC por este motivo.
Una gran ventaja (o desventaja, según se mire) de los ordenadores para jugar es que la evolución de los juegos es continua y la de los componentes también. Si tienes una consola durante la vida de ésta los juegos no van a evolucionar mucho gráficamente hasta que saquen una consola nueva, incompatible con la anterior seguramente, en cambio los juegos de ordenador se adaptan al hardware que tienes, subiendo o bajando los niveles de gráficos, y si en un momento se te queda corto para jugar a los juegos nuevos no hace falta cambiar el equipo entero, posiblemente con sustituir la gráfica o ampliar la memoria ya puedas jugar.
También los juegos de ordenador han sido tradicionalmente más baratos que los de consola, ampliándose la diferencia con el comienzo de la venta online en sitios como Steam, a parte de poder jugar en internet sin pagar en la inmensa mayoría de los casos. A esto se le puede sumar que un ordenador no sólo lo usas para jugar, si no que también te sirve para muchas cosas más, como navegar por internet, trabajar, alcahuetear las redes sociales, editar vídeos, escribir artículos en un blog que enfaden a los consoleros y muchas cosas más.
PC vs consolas: El fin está cerca…
Las consolas y los ordenadores tenían sus diferencias bastante marcadas, lo que te hacía preferir uno u otro, o tener los dos para complementarse, pero en los últimos años ha habido un cambio en el mundo de las consolas que ha hecho que esas diferencias sean menores, y eso no es algo a su favor.
Esto no es enchufar y listo
Una gran ventaja de las consolas era enchufar y jugar, pero eso ya no es así. Ahora cuando metes un juego nuevo antes que nada lo tienes que instalar en el disco duro de la consola, quizá para descubrir que no es compatible con la versión de firmware, lo que te hace tener que actualizarlo, y así pasar un buen rato esperando. Un efecto secundario de esto es que si no tienes un buen tamaño de disco duro al cabo de unos cuantos juegos lo has llenado ya todo y no puedes meter nada nuevo, por lo que tienes que pensar qué juego eliminar para hacer sitio, y si vuelves a jugar se tendrá que instalar y vuelta a lo mismo.
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Internet tiene la culpa
Muchos echan la culpa de todos los problemas actuales a internet, ya que desde que las consolas están conectadas los desarrolladores han bajado el nivel de exigencia a la hora de depurar los juegos. Antes cuando comprabas un juego de consola sabías que estaba bien terminado y era difícil encontrar un bug, pero actualmente para recortar el tiempo de desarrollo los sacan sin terminar prácticamente y posteriormente van sacando parches para ir actualizando el juego hasta que es estable. Esto provoca que además de ponerte a jugar y que haya errores, se dedique otro bonito tiempo a buscar actualizaciones y descargarlas, lo que si no tienes una conexión veloz te puede costar un buen rato.
También el juego online ha hecho que mucha gente se plantee pasarse al ordenador, ya que actualmente tanto en PlayStation como en Xbox hay que pagar para jugar, mientras que en ordenador es gratis en casi todos los casos.
Los gráficos ya no son lo que eran
Hasta hace no mucho cuando salía una consola nueva sus gráficos eran espectaculares, incluso en la época de la NES eran mejores que los de ordenador. Sólo un equipo de un precio muy superior podía igualarlos, pero eso se ha terminado también. Hemos llegado al punto en el que las compañías de videojuegos se ven obligados a rebajar la calidad de las versiones de ordenador para que el resultado no sea tan descaradamente superior al de consola, los fatídicos downgrades.
Y esto viene en parte a la elección de los componentes, antiguamente era hardware construido para la consola en cuestión, mientras que actualmente son componentes de ordenador reconocibles y no especialmente potentes, por lo que aun con la idea de que al ser un hardware muy concreto el rendimiento va a ser mejor, al hacer las casas conversiones buscando el menor trabajo posible para que los juegos estén en todas las plataformas se cargan este principio, ya que no van a programar desde cero tres veces.
Y ahora inventan… ¡El ordenador!
Después de años de tradición en los que las consolas han ido evolucionando según generaciones, de repente han tenido una idea cuanto menos polémica. ¿Por qué no sacar versiones nuevas de las consolas existentes pero con más potencia y que según el modelo el juego se ajuste a una calidad u otra? Incluso se ha hablado de la posibilidad de ir sacando versiones de la consola con distintas capacidades conforme vaya pasando el tiempo. Yo no se a vosotros, pero esto a mi me suena a algo que ya existía: ¡El ordenador!
La teoría es que tu te compraste tu super consola hace un año, con sus magníficos gráficos tope chulos, y ahora te sacan una versión nueva, más cara claro, que tiene más potencia, y si pones un juego en tu consola tiene peores gráficos y va más lento que en la nueva, pero si quieres que te vayan igual la única opción es tirar la consola y comprarte la otra versión ya que no es ampliable. La duda es si más adelante no habrá juegos que directamente sólo funcionen en la versión nueva o que la diferencia sea demasiado exagerada entre las distintas versiones.
Un futuro incierto
Con los actuales cambios que está habiendo en el mundo de las videoconsolas no sería descabellado que en unos años éstas se hayan restringido al ámbito de las portátiles (ahí está la Nintendo NX dejándolo entrever) ya que todas las ventajas que han tenido durante muchos años están desapareciendo y al final van a conseguir espantar a esos fieles consoleros que les han seguido durante tantos años.