Desde mitad de los 90 las unidades ópticas eran algo imprescindible a la hora de montar un ordenador, sobre todo tras la irrupción de las grabadoras, que revolucionaron no sin polémica la forma de guardar nuestros datos y hacer copias. Sin embargo en los últimos años se está dejando de instalar en los equipos nuevos, y parece que la gente no lo echa en falta.
Unidades Obsoletas
Desde el comienzo de los ordenadores personales han ido surgiendo multitud de unidades extraíbles de almacenamiento. Los que tenemos cierta edad podemos recordar los ordenadores Spectrum y similares con sus cassettes, sus lentos tiempos de carga y el hacer copias con una minicadena de doble pletina. Éstas quedaron desfasadas con el auge de los disquetes, primero de 5 1/4″ blanditos, que tenían una capacidad de 360KB o 720KB, según si eran de doble o de alta intensidad, y después con los clásicos de 3 1/2″, que ya tenían 720 o 1440KB.
Éstos últimos tuvieron una larga vida ya que tenían una capacidad suficiente para cubrir la mayoría de necesidades del momento, pero a mitad de los años 90, con la irrupción de Windows 95 y la llegada de los archivos multimedia hicieron que poco menos de mega y medio de capacidad fuese insuficiente, por lo que hizo falta un soporte de más capacidad.
La llegada del CD-ROM
El lector de CD-ROM para ordenador ya existía desde los años 80 pero no se implantó masivamente hasta los 90. Con él se podían leer discos de hasta 650MB de información (posteriormente subiría a 700 y hasta 900MB) por lo que el ahorro en disquetes era enorme para programas de gran tamaño, como por ejemplo Windows 95, que ocupaba nada menos que 13 disquetes, y eso usando un formato especial que permitía almacenar más de 1440KB.
Con el CD-ROM empezaron a crecer de tamaño los programas, a incluir vídeos, imágenes de mayor calidad, extras con más contenidos, pero era un soporte de sólo lectura, por lo que para guardar tu información personal sólo quedaba el disco duro y seguir tirando de disquetes, que ya no daban tanto de sí al haberse comenzado a escanear las fotos de toda la vida para guardarlas en formato digital y algún valiente incluso capturaba sus vídeos caseros. Así llegaron las grabadoras de CD a finales de los 90 para el que se lo podía permitir (mi primera grabajora, una HP que grababa a velocidad de 2x me costó la barbaridad de 80.000pts de segunda mano, y era un chollo), y con ellas la posibilidad de guardar muchísimas más cosas, además de poder hacer tus cd’s de música personalizados, que fué otra revolución. Así el futuro de las disqueteras estaba comprometido y se acabaron usando únicamente para los discos de arranque y de recuperación.
La era del DVD
A finales de los 90 el VHS empieza su particular declive y llega un disco con bastante más capacidad que el CD para poder albergar vídeo de buena calidad, el DVD. Al principio se utiliza sobre todo para ver películas en la televisión, pero poco a poco se va introduciendo en los ordenadores en forma de lector y más adelante en grabadora.
El primer juego publicado en DVD, Tex Murphy: Overseer, salió en 1998 con la opción de ser comprado en versión de 5 cd’s o un sólo DVD, lo que era una gran ventaja en comodidad. Además con la llegada del ADSL, la fibra óptica y las cámaras digitales fueron haciendo que la demanda de capacidad de la gente también subiera, por lo que se iban haciendo más adecuados los 4,3GB de capacidad de un DVD que los 700MB del CD-ROM, que se fue dejando progresivamente para grabar discos de música y alguna ISO que cupiese, como la de Windows XP.
LLega el Blu-Ray, pero no
Siguen pasando los años y la necesidad de capacidad de la gente sigue subiendo y aparecen las películas en alta definición, surgiendo una guerra por cual será el siguiente medio de almacenamiento de más capacidad: Blu-Ray contra HD-DVD.
La guerra la gana Sony con su Blu-Ray y parece que se va a imponer como el siguiente estándar de almacenamiento y de visionado de películas sustituyendo al DVD, y empiezan a salir reproductores para televisión, unidades mixtas de DVD y Blu-Ray para ordenador, y alguna grabadora. Pero justo cuando empieza a subir en ventas (sobre todo por películas y juegos de PS3) de repente la gente no se interesa ni por grabadoras ni por BD-R (Blu-Ray grabable) y nunca llega a popularizarse, y lo que es más, se empieza a hundir el otrora fulgurante mercado de los DVD-R.
El fin de los discos
Después de 20 años de auge, la gente está empezando a dejar de usar discos ópticos en todos sus formatos, y lo que es más, se empiezan a vender ordenadores sin lector. Empezaron los netbook, ordenadores muy pequeños y de bajo coste que sólo tenían una ranura para tarjetas SD y puertos USB, y posteriormente siguieron portátiles e incluso no sin polémica Apple comenzó a fabricar sus iMac sin unidad óptica.
La llegada de las memorias USB y los discos duros externos empieza a ser una alternativa muy cómoda a los discos, ya que se puede guardar información y borrarla todas las veces que se quiera sin necesidad de ningún programa, sólo copiando y pegando y a muy buena velocidad, además de que no se rayan ni hay que llevarlos en una cajita, lo puedes llevar tranquilamente en el bolsillo incluso usándolo como llavero.
También se empieza a usar mucho lo que comúnmente llamamos «la nube», guardando archivos en servicios de internet, o escuchar música o ver películas directamente online sin tener que descargarlas ni guardarlas, y mucho menos comprarlo en formato físico. Incluso los videojuegos se empiezan a dejar de vender en disco y plataformas de descarga como Steam empiezan a ganar mucho peso por su comodidad y mejores precios.
Con toda esta tormenta perfecta la venta de discos, tanto originales como vírgenes de todo tipo empieza a caer, haciendo que grandes empresas como Verbatim, el mayor gigante de la venta de discos grabables, entren en suspensión de pagos.
[bctt tweet=»Quizá sea buena idea empezar a cambiar de soporte los datos guardados en viejos discos» username=»indexdesarrollo»]
¿Hay vida sin unidad óptica?
Para responder a esta pregunta sólo hay que hacer otra: ¿Cuándo fue la última vez que metiste un disco en el lector del ordenador? Yo me respondo: ni idea. Hace unos años para muchas cosas hacía falta el lector, para jugar había que meter el disco del juego, para ver unas fotos había que mirar en qué CD las habías metido, para instalar un programa también necesitabas su respectivo soporte, pero actualmente no hace falta para nada de ésto. Incluso las imágenes ISO ya se montan automáticamente en los sistemas operativos más nuevos, eliminando la necesidad de grabarlas en un disco. La mayor utilidad actual de los lectores es o instalar el sistema operativo (si es que no lo haces con un usb, que ya es lo más normal), o para buscar documentos en discos viejos que puede que ya ni funcionen.
Ahora mismo el ordenador desde el que estoy escribiendo no tiene unidad óptica de ningún tipo, es con el que trabajo a diario y hasta la fecha no la he echado en falta en ningún momento, igual que no echo en falta ni la disquetera de 3 1/4″ ni la pletina para cassette.
Comprar un ordenador con lector o sin lector
Ahora viene la duda, si me voy a comprar un ordenador nuevo ¿elijo uno con lector o sin lector? La respuesta depende sobre todo de si lo vas a usar o no. Hay gente que todavía guarda muchas cosas en discos y aunque no las esté viendo todos los días el no tener lector le puede quitar la posibilidad de hacerlo. Aún así a la hora de montar un ordenador de sobremesa la diferencia son sólo 12€, por lo que ante la duda no pasa nada por instalarse una grabadora de DVD. En el caso de portátiles mucha gente está cambiando el lector por un disco SSD para ganar velocidad en el equipo, aunque muchos ya vienen directamente sin él, y siempre hay la posibilidad de comprar una grabadora USB, que también están muy bien de precio.
El mundo de los ordenadores va poco a poco hacia la desaparición de las unidades ópticas, y posiblemente en unos 5 años sean una rareza, pero lo importante es que ya podemos hacer cualquier cosa con nuestro PC sin la necesidad de un lector, por lo que no nos ha de dar miedo el cambio, así como dejamos atrás tantas otras cosas. Quizá sea buena idea empezar a cambiar de soporte los datos guardados en viejos discos dentro de tarrinas.