Una página web anticuada puede llegar a tener cierto encanto al traernos recuerdos de los primeros tiempos de internet, pero la verdad es que si es la web de una empresa, un negocio o algo que aspire a tener un aire de profesionalidad llega a dar muy mala imagen, y lo que es aún peor, acarrean penalizaciones en el posicionamiento. A ojos de un experto se suele ver enseguida una página web anticuada, incluso a veces con dolor en lo más profundo de sus sentimientos de desarrollador, pero para los profanos en la materia vamos a dar una serie de síntomas más o menos graves que pueden indicar que una página web sufre un diseño algo más que desactualizado.
Resolución recomendada 800×600
Leer esto en una web es como ver: «Bienvenido a 1999». Eran tiempos en los que Geocities lo petaba con su alojamiento de 2mb gratuito y se hacían mogollón de webs en un momento con Frontpage ’97. Los monitores eran de 14″ y las tarjetas gráficas no solían soportar resoluciones muy elevadas, por lo que la mayoría solía tener su Windows 98 entre 640×480 y 1024×768. La cuestión es que en ese momento, con html 4, css 2 y el poco dinamismo que permitían se pensó que la solución mejor era hacer las webs de ancho fijo preparadas para una resolución media, y que a mayores se centrase (aunque no todo el mundo cumplía este requisito. La cuestión es que hace 18 años estaba bien, pero ya somos mayores de edad y al abrir una página web de estas características en un monitor FullHD queda una cosa pequeña en el centro de la pantalla y un montón de espacio vacío alrededor que no es nada alentador.
Plugins del pasado, página web anticuada e insegura
Cuando las páginas se empezaros a hacer dinámicas (la gente quería interactuar con el contenido, no sólo leer) empezaron a salir lo que se llamaron «plugins», que había que instalar en el navegador y así poder ejecutar programillas que se descargaban con la web y proporcionaban contenido interactivo. El más básico de todo fueron los applets de Java, que esperamos que pronto estén en la gloria de los elementos informáticos mirándonos desde allí y no en páginas gubernamentales. Estos applets pronto dejaron de ser fiables debido a la puerta que abrían a la entrada de virus en el ordenador, y fueron sustituídos por otros con el tiempo. Después llegó Shockwave y en mayor medida Flash, que revolucionó el diseño web dando una posibilidad de interactuar con el usuario nunca antes vista, pudiendo añadir juegos, multimedia y mogollón de efectos alucinantes. Lamentablemente una página web anticuada que siga teniendo elementos de este tipo sigue siendo un potencial nicho de virus, a parte de que los navegadores nuevos y los móviles ni siquiera ejecutan estos plugins, por lo que es totalmente inútil tener una web que los contenga.
Contadores de visitas, gifs de iconos y otras lindezas
¿Recordáis la página web de Homer Simpson? (Por cierto, está en flash y no cumple con el punto anterior) Pues hay gente que añorando también años anteriores todavía tiene elementos en su web como el famoso contador de visitas que todos poníamos en nuestro blog para ver cuánta gente veía las tontadas que escribíamos, o un montón de gifs pequeñines como el de una arroba girando o un buzón en el que entraba un sobre, o un montón de pequeños dibujitos avisando de que la página contenía HTML o PHP o vete a saber qué novedosa tecnología del 2002. Una página web anticuada a veces se reconoce por lo hortera que es. Lo que se estila ahora es un diseño limpio, elegante y que sea agradable a la vista, muy fácil de leer.
Vista en el teléfono con lupa
Primero los teléfonos móviles no existían, luego no tenían internet, luego tenían internet pero no servía para nada y al final con los smartphones todo cambió y de repente la mayoría de las visualizaciones de las web se hacen desde un dispositivo móvil. ¿Qué pasó con esto? Pues que de repente las páginas web con un ancho fijo destinadas a verse en ordenadores se empezaron a ver horriblemente pequeñas en las pantallas de los teléfonos. Primero se optó por hacer varias versiones de la web y según desde dónde se accedía se veía una página u otra, pero esto también se pasó de moda debido a la gran cantidad de user agents que hay en el mercado y la disparidad de resoluciones de las distintas pantallas, por lo que nació el sacrosanto diseño responsive que se adapta a cualquier dispositivo con la creación de una única página, sin necesidad de duplicados. Que una página web anticuada no se vea bien en móvil está echando para atrás a más de la mitad de los potenciales visitantes.
Comic Sans en colores fosforito
Este tema ya trae polémica de por sí. Hace años a mucha gente le pareció que la Comic Sans era la mejor fuente del mundo mundial y querían que se supiese su amor por ella poniéndola en todos sitios, e internet no quedó fuera de esa intención, propagándose por multitud de páginas como una plaga de felicidad y más buenas intenciones que buen gusto. También solía ir acompañada de colores muy chillones, azules, amarillos, verdes, fuxias, etc. Una página web anticuada suele tener una tipografía descuidada y una paleta de colores poco acertada, contrastando con las modernas páginas de colores más sobrios, cuidados y elegantes.
Si ves que tu web sufre de uno o varios de estos síntomas eres el poseedor de una página web anticuada. Lo bueno es si has llegado hasta aquí no tienes que ir lejos para encontrar un buen profesional que te devuelva a la actualidad con miras al futuro.