Estamos acostumbrados a que los componentes informáticos vayan bajando de precio progresivamente debido a las continuas mejoras que hacen que haya renovación. Sin embargo la memoria RAM está actualmente mucho más cara que hace unos años, lo que no es lógico, viendo en las tiendas que los ordenadores económicos llevan apenas 2 o 4gb de RAM, cuando lo lógico sería que lo mínimo fuese 8 a estas alturas. Te vamos a contar las razones por lo que esto es así.
Las leyes de la oferta y demanda
Lo primero que hay que explicar es que aunque a la hora de ir a comprar memoria RAM te encuentres un montón de marcas, en realidad hay muy poquitos fabricantes de chips de memoria. Esto hace que con que haya un pico de demanda, al haber una oferta muy limitada los precios suban bastante. Actualmente los ordenadores son solo una parte de los aparatos que usan esta memoria: móviles, televisiones, servidores, consolas, neveras, hornos… Con el auge del IOT (Internet de las cosas) cada vez más electrodomésticos llevan un pequeño ordenador integrado.
Si a esto le sumamos el que a los fabricantes les cuesta adaptar la producción (no es rápido montar una fábrica más grande) pues nos encontramos con este resultado.
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Especulación con memoria RAM
Como a río revuelto, ganancia de pescadores, se está aprovechando también que al ser pocos fabricantes no hay mucha competencia, y pueden hacer especulación con los precios de los chips de memoria. Durante 2018 se ha podido ir adaptando la producción a la demanda, pero los precios no se han visto afectados por esto. Se espera que a lo largo de 2019, debido al rotundo final de la minería de criptomonedas y la drástica bajada de demanda en memoria para gráficas los precios vayan bajando a cotas más normales, pero habrá que estar atentos.
Esto no es exclusivo de la memoria RAM
Otras veces ya se han visto casos parecidos con otros componentes informáticos, unas veces por temas de oferta y demanda y otros por causas más ajenas.
En el año 2000 la salida de los incipientes lectores de DVD para ordenador se vieron frenados de tal manera que casi desaparecieron del mercado y los que había disponibles estaban a precios prohibitivos, todo por el boom de los teléfonos móviles, hacia los que se desvió toda la producción de la memoria que éstos utilizaban.
En el año 2011 debido a unas inundaciones en Tailandia que afectaron a multitud de fábricas, los discos duros subieron su precio a más del doble, y se han recuperado apenas hace un año.
Durante 2017 los discos duros SSD, en vez de bajar de precio, lo incrementaron, debido también al exceso de demanda de memoria para móviles, televisiones y electrodomésticos inteligentes en general.
También entre 2017 y 2018 con el boom de la minería de criptomonedas las tarjetas gráficas vieron como su precio subía como la espuma, debido a la demanda que había sobre todo en China.
Si algo hemos aprendido de este tipo de subidas es que después viene un ciclo en el que hay bajadas muy importantes, por lo que a veces si te compras un equipo nuevo merece la pena no gastar mucho en memoria RAM y esperar a que baje y entonces ampliarla hasta quedarte a gusto.