En nuestro negocio de diseño y desarrollo web, como en todos los negocios una de las labores que hay que realizar es la labor comercial, y en ella estamos, luchando día a día contra una mezcla de ignorancia y adversión hacia las nuevas tecnologías y todos los demonios y brujas que acarrean. Para que me entiendan, en una ocasión estábamos hablando con el dueño de un comercio, de lo que supone una tienda online con un buen diseño web, de las ventajas que puede traer para un negocio si se gestiona bien, y en esto que aparece de la nada el primer fundador del negocio y padre del cliente con el que estábamos conversando, nos había estado escuchando y se puso a despotricar de los nuevos tiempos, de que antes todo era mejor sin esta mierd…..(si fuera la tele sonaría un pitido), de que antes los negocios sí que eran negocios, y por fin soltó la perla: “ a ver si desenchufan esto de internet porque no sirve nada más que para complicarnos la vida”, y la cosa era que lo decía con toda la convicción que era capaz de imprimir a sus palabras.
No sé si es la incapacidad de entender todo esto o el salto generacional y cultural, pero uno cuando visita un cliente y ve salir de la oficina a un señor de cierta edad, le entran las sudaderas de la muerte, porque sé que ni con todos los argumentos de este mundo lo voy a sacar del enrocamiento con el que camina hacia mí.
Caminamos se acepte o no hacia un mundo global, en donde todo se conecta con todo y todos estamos conectados. Creo que todos tenemos que aprender a convivir y a sacar provecho de todo esto, aprender que tener una buena página con un buen diseño y desarrollo web no es un gasto, sino una buena inversión, aprender que, con un cliente o dos que nos entren por la página web ya tenemos amortizada la inversión que hemos realizdo.
En fin sólo quería contar una historia personal y confíar en que no desenchufen “eso de internet”.